El exiliado líder espiritual del Tibet y Premio Nobel de la Paz, el décimo cuarto Dalai Lama, se ha convertido en ciudadano honorario del Canadá, pese a las protestas diplomáticas de Pekín, informaron hoy medios canadienses.
El propio titular canadiense de Inmigración, Monte Solberg, entregó ayer un certificado con la concesión al Dalai Lama en un acto de homenaje a quien el ministro calificó de 'campeón de la dignidad humana', que reunió en Vancouver (en la costa Pacífica de Canadá) a varios miles de personas.
La ciudadanía honoraria fue concedida al líder budista del Tibet por una resolución del Parlamento canadiense de junio pasado.
El Dalai Lama, cuyo nombre es Tensin Gyatso, ha sido el tercer personaje extranjero en ser obsequiado de esta manera por Canadá, después del también Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela, ex presidente de Sudáfrica, y el fallecido diplomático sueco Raoul Wallenberg, quien salvó a miles de judíos del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.
Sobre el malestar de China, que había advertido a Ottawa contra un recibimiento oficial para este 'separatista' tibetano, el Dalai Lama bromeó ante la prensa: 'parece que a donde vaya creo algunas dificultades, así que lo siento, aunque espero que no sea por errores míos', informó hoy el rotativo The Vancouver Sun.
El Dalai Lama llegó a Vancouver desde la India para inaugurar en esa ciudad un 'Centro de la Paz y Enseñanza' que lleva su nombre.
En su discurso al recibir la nacionalidad canadiense, el Dalai Lama, que vive en el exilio desde 1959, resaltó que no reclama la independencia para Tibet, que fue ocupado por China en 1950 y posteriormente anexionado.
Aún más, el Dalai Lama rechazó la lucha armada contra las fuerzas chinas, afirmando que supondría 'el suicidio'.
El Dalai Lama tenía previsto reunirse hoy, el último de los tres días de su visita, con el 'premier' de la provincia de Columbia Británica, Gordon Campbell, y con varios empresarios e intelectuales
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